Durante el último fin de semana, Donald Trump mantuvo una conversación telefónica con NicolásMaduro en la que lanzó una advertencia directa: Estados Unidos multiplicará las acciones militares si el mandatario venezolano no abandona el poder en el corto plazo.
En la comunicación también participó el secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional, Marco Rubio, una señal clara de que la administración republicana dejó atrás cualquier estrategia alternativa hacia el régimen venezolano. Entre esas vías descartadas figuran los contratos petroleros, que en otros espacios de poder de la Casa Blanca se evaluaban como posibles herramientas de negociación para habilitar una transición política.
Lejos de abrir un canal diplomático, Trump no ofreció mesas de diálogo ni una hoja de ruta que permitiera a Maduro ganar tiempo frente al cerco militar desplegado por el Pentágono. Por el contrario, el presidente estadounidense ratificó su decisión de avanzar contra los carteles de la droga protegidos por el Palacio de Miraflores.
Según trascendió, Trump fue explícito: junto con Maduro deberán abandonar Venezuela las principales figuras del régimen señaladas por su participación en negocios ilegales -drogas, armas, petróleo- y por sostener un aparato represivo que viola sistemáticamente los derechos humanos. Entre ellos, mencionó a Diosdado Cabello, Vladimir Padrino y los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, considerados pilares de la estructura chavista.
Tensión Caracas-Washington
En las primeras negociaciones secretas entre Washington y Caracas se había evaluado permitir una salida de Maduro y dejar la transición en manos de Delcy y Jorge Rodríguez, consignó Infobae. Esa alternativa ya quedó completamente descartada: Trump exige que todos los jerarcas abandonen el país en el corto plazo.
El presidente estadounidense también advirtió que la presión política y militar sobre el régimen se incrementaría con el paso del tiempo. Y no tardó en cumplir. Horas después de la llamada, la Secretaría de Estado confirmó que el Cartel de los Soles era declarado Organización Terrorista Extranjera (FTO).
Maduro es señalado como jefe de esa estructura, y su designación habilita a Estados Unidos a intensificar el cerco contra la cúpula chavista.